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Flipped Classroom: la clase del revés

 
flipped classroom

Los profesores de química Jonathan Bergmann y Aarón Sams tenían problemas para que sus alumnos siguieran las clases cuando se desplazaban para participar en otras actividades escolares. Para ello experimentaron con un software de captura de pantalla y con PowerPoint para grabar clases en vivo y luego publicarlas en YouTube. Corría el año 2007 y esta fue la primera experiencia documentada de flipped classroom (clase invertida).

Sus resultados supusieron un cambio respecto a la clase tradicional: aumentaron las interacciones y conexiones entre alumnos y entre alumnos y profesores y el rol del profesor pasó a ser el de guía (entendido como guía en el proceso de aprendizaje) pudiendo aportar una atención adicional y más personalizada al alumno. Desde entonces las experiencias de clases invertidas no han hecho más que multiplicarse y se ha convertido en una de las pocas innovaciones educativas que ha recorrido el camino inverso: del instituto hacia la universidad.

¿Qué es entonces una flipped classroom?

Básicamente parte de dos conceptos: por un lado la reorganización del tiempo dentro y fuera de clase y, por otro, el cambio de roles. En primer lugar, el profesor planifica y programa la actividad (esto es muy importante ya que se trata de guiar al alumno no de dejarlo sin control docente) seleccionando materiales, especificando objetivos, preparando actividades, etc. Una vez compartido el material con los alumnos, estos lo trabajan en casa: visualizan vídeos, leen artículos, consultan webs, etc.

Ya hemos visto cómo funciona la clase invertida fuera de clase pero, ¿a qué dedicamos el tiempo en el aula? En el aula, el profesor, resuelve dudas, repasa conceptos y adapta la clase según problemáticas surgidas (otro factor muy importante, la adaptación y flexibilidad de los materiales ha de tenerse en cuenta durante todo el proceso), en resumen, hace de guía. Mientras tanto, los alumnos, completan actividades de consolidación, amplían y profundizan contenidos y trabajan en equipo o individualmente según sea requerido.

Una vez fuera del aula, el profesor, propone nuevos materiales y “hace avanzar” la actividad, ofrece más explicaciones, resuelve dudas y corrige las actividades. Por contra, los alumnos, consultan estos nuevos materiales, ponen en práctica aquello en que han profundizado en clase, buscan nueva información y utilizan herramientas de trabajo colaborativo para continuar trabajando e interaccionando con sus compañeros y con el profesor.

tabla resumen proceso flipped classroom

¿Qué aporta esta nueva metodología?

En primer lugar, desplaza la titularidad del aprendizaje ya que ahora el estudiante es el centro de su propio aprendizaje ya que se siente motivado e implicado en el proceso, principalmente, por que se trata de un modelo pedagógico que se solapa con modelos basados en aprendizaje por investigación y por proyectos, muy centrados en el aprendizaje activo de raíz constructivista (y también conectivista). El aprendizaje activo, así como los modelos pedagógicos antes indicados, está basado en la resolución de problemas, en contextos ricos que permitan el aprendizaje significativo, en el trabajo en equipo (o en la gestión del propio tiempo) y en la retroalimentación continuada. Aspectos, todos ellos, que la clase invertida puede facilitar.

Tal y como decíamos, se trata de un aprendizaje significativo por varios motivos. En primer lugar, el trabajo en clase permite profundizar en lo aprendido, abordar temas más complejos y consolidar los conocimientos. Por otro lado, por la tipologia de actividades derivadas del modelo de flipped classroom y vinculadas al aprendizaje activo, facilita trabajar los niveles superiores de la taxonomía de Bloom (crear, evaluar, analizar).

Por último, permite una interacción más detallada entre alumno y profesor y esto, a su vez, implica una mayor atención a la diversidad.

¿Qué relación tiene con las TIC?

La flipped classroom tiene una relación muy directa con las nuevas tecnologías pero (aviso) no se trata de reemplazar al profesor por vídeos, ni de colgar multitud de vídeos online, ni de hacer un curso en línea. Dicho esto hay que decir que las TIC's forman parte activa de la metodología ya que, por ejemplo, son necesarias herramientas para crear contenido propio. Además, el uso de redes sociales o de entornos virtuales de aprendizaje (como Blackboard o Moodle, entre otros) facilitan el feedback inmediato. También la difusión del aprendizaje móvil gracias al uso de tablets y smartphones facilita la inversión de la clase e incluso puede propiciar la creación de políticas favorables al BYOD (Bring Your Own Device). Pero más allá de estos “requisitos” lo más importante en esta metodología es la planificación y la atención al alumnado no tanto la tecnología en sí.

¿Hay alguna propuesta que podamos consultar?

Por supuesto, hay varias propuestas prácticas, además de algunas webs dedicadas exclusivamente al modelo de flipped classroom

 

DAVID MORENO

David Moreno Poza es autor y consultor docente de la asignatura Instantáneas Culturales, perteneciente al Máster en Psicopedagogía.

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