Aportaciones del feminismo a la planificación urbana

En la planificación urbana con perspectiva de género se pueden identificar importantes aportaciones del feminismo y de la teoría crítica de la planificación urbana desde una perspectiva social. Es a partir de los años 80 que surgen un conjunto de iniciativas teóricas y de base social que tratan de visibilizar que la ciudad como constructo material y social no es neutro, ya que representa y materializa sistemas de poder y, por tanto, su forma, usos y políticas de intervención responden a valores y roles que excluyen a las mujeres de diferentes maneras. 

A manera de síntesis podemos decir que existen tres corrientes producto de la relación entre la teoría feminista y el objeto teórico-práctico de planificación:

En la primera postura, los resultados de la percepción diferenciada de las mujeres con la aplicación de metodologías empíricas de percepción marcan las pautas de actuación en  estudios urbanos, orientadas por un discurso participativo que permite integrar al proyecto urbano los deseos y las percepciones de las ciudadanas a través del uso de herramientas de análisis cualitativas con influencia de la psicología ambiental que permite hacer diagnósticos participados. Este tipo de estudios son una importante herramienta metodológica para planear identificando el carácter subjetivo de la percepción de la ciudad, la diversidad de miradas, situaciones conflictivas y  de accesibilidad.

La segunda postura, está vinculada a la investigación sobre las consecuencias del capitalismo y su relación con el patriarcado como un modelo dualista que se representa en la producción y en la reproducción que se refuerzan uno a otro y representan territorialmente lo que repercute en un mayor beneficio para el capital porque las mujeres pueden ser usadas como mano de obra flexible según las necesidades de la producción.

Desde este tipo de postura se han realizado importantes aportaciones a la planeación urbana desde la concepción de la movilidad diferenciada, el trabajo y la inversión pública de presupuestos con perspectiva de género. En lo micro-escala propuestas de planeación alrededor del tiempo y el cuidado, así como los efectos perversos del desmontaje del estado de bienestar en las mujeres traducido en tiempo invertido en el cuidado de niños, ancianos y diferentes tipos de labores sociales.

En la tercera postura, encontramos un enfoque crítico de la planificación urbana como práctica emancipadora de las desigualdades estructurales que viven las mujeres en la ciudad. Se basa en el reconocimiento de la diferencia como diversidad de vivencias culturales de la opresión sexual, las asimetrías de poder y su representación en la estructura urbana.

El objeto teórico es la justicia espacial y está nutrida por la teoría política de la justicia y la geografía cultural crítica. Se visibiliza que muchas veces la zonificación urbana es utilizada con fines discriminatorios y se busca repensar el espacio público como mecanismo de redistribución y transformación social. Su enfoque es de una planeación urbana comunicativa, reconociendo una autoridad cognitiva en los ciudadanos y las posturas antagónicas de los actores en la ciudad. Se destaca el papel de las mujeres como expertas locales y su empoderamiento para acercarlas a los procesos de toma de decisiones para hacer modificaciones estructurales, aunque identificando una desigualdad en la participación pública formal de las mujeres y una variedad de movimientos activistas con una alta representación femenina. 

La conclusión más radical de estas líneas de investigación aplicada es que para redefinir la planeación urbana hay que cambiar la representación estereotipada de mujer como víctima pasiva, incluir el rol de las mujeres en la construcción activa de sus comunidades para incorporar las voces alternativas en femenino que alertan de la transformación urbana excluyente y capitalista del paisaje como producto banalizado.

María del Socorro Pérez Rincón Fernández

Máster de Planificación Territorial y Gestión Ambiental