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El portafolio digital en la docencia universitaria

 

El portafolio digital, avalado por numerosos estudios y proyectos de innovación docente que dan cuenta de sus beneficios, cada vez más se va incorporando al contexto educativo universitario como herramienta didáctica para la formación de profesionales autónomos y capaces de autorregular su propio proceso formativo y desarrollo profesional.

Asimismo, las investigaciones y experiencias formativas implementadas hasta el momento demuestran que el docente desempeña un papel fundamental en la consecución de este objetivo por cuanto debe guiar al alumno de manera que este sea capaz de reflexionar críticamente sobre su formación y trayectoria profesional, fomentar su autonomía y potenciar su competencia comunicativa y digital.

En este contexto, la editorial Octaedro acaba de publicar la obra El portafolio en la docencia universitaria, cuyo objetivo precisamente es ayudar a los docentes que se inician en el uso del portafolio digital. En el libro participan los directores del Máster de Formación de Profesores de Español como Lengua Extranjera ofrecido por UNIBA: Joan-Tomàs Pujolà (en calidad de editor y autor) y Vicenta González (como autora); así como otros docentes del mismo. Todos los autores cuentan con una dilatada experiencia tanto en el uso como en la investigación sobre el  portafolio en el ámbito universitario.

La obra empieza con una presentación de su contenido por parte del editor y a continuación le siguen  ocho capítulos. Todos, a excepción del último, finalizan con una lista de consejos para el docente novel relacionados con los temas que se abordan en los mismos.

En el primer capitulo, Iniciarse en el ámbito de los portafolio digitales, las autoras Vicenta González y Begoña Montmany introducen algunos de los conceptos básicos relacionados con el portafolio digital que en capítulos posteriores se abordan con mayor profundidad: orígenes y evolución del concepto, elementos que lo componen y portafolio analógico versus portafolio digital.

En el segundo capítulo, Promover el aprendizaje reflexivo y la autonomía de aprendizaje a través del portafolio digital, las autoras Rosa Sayós y Francina Torras explican cómo el portafolio digital constituye una herramienta didáctica con un gran potencial para favorecer un aprendizaje autónomo a través de la estimulación de procesos reflexivos y autorreguladores; y describen las características que la acción tutorial debe reunir para ser exitosa.

En el tercer capítulo, El portafolio digital: el espejo de la competencia comunicativa, las autoras Dolors Font-Rotchés, Agnès Rius-Escudé y Carmen Férriz tratan cómo el alumno desarrolla la competencia comunicativa, una de las competencias transversales básicas en la formación de futuros profesionales, a través de la reflexión que debe elaborar y las actividades en las que participa (escritas y orales) en el marco del portafolio digital.

En el cuarto capítulo, Multimodalidad, competencia digital y creatividad: las tres aristas del triángulo innovador del portafolio, los autores Lis Costa, Raúl Alfonso y Vanesa Toquero exponen cómo el portafolio digital requiere, con el fin de que la comunicación sea efectiva, de la elaboración de textos multimodales y, como consecuencia, permite mejorar la alfabetización digital y creatividad del alumno.

En el quinto capítulo, El potencial del portafolio digital: plataformas y herramientas, los autores Joan-Tomàs Pujolà y Mª del Mar Suárez clasifican las herramientas existentes para el desarrollo del portafolio digital en tres categorías (plataformas de portafolio, creación de blogs y desarrollo de web) y analizan las características que presentan con el propósito de que los docentes puedan seleccionar la que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos.

En el capítulo sexto, El portafolio digital en acción: posibilidades para su puesta en práctica, el autor Jaume Batlle aborda las estrategias didácticas que deben tenerse en cuenta para que la implementación del portafolio digital sea lo más satisfactoria posible en diversos contextos de la educación superior.

En el capítulo séptimo, La evaluación como proceso compartido: el portafolio digital y el uso de las rúbricas, los autores Núria Sánchez-Quintana y Miguel Mateo, aprovechando la versatilidad que ofrece el portafolio digital, proponen incorporar la evaluación por pares mediante el uso de rúbricas y facilitan pautas para ello.

Y en el último capítulo, Consideraciones finales: la voz de los estudiantes, la autoras Natalia Fullana y Glòria Bordons cierran el volumen recogiendo el testimonio de los alumnos en relación con el uso del portafolio digital a través del cuestionario administrado y completado por 595 estudiantes en varios grados de la Universitat de Barcelona.

Para concluir, la obra aborda de forma clara los conceptos principales relacionados con el portafolio digital, lo sitúa en el paradigma educativo universitario actual y se refiere tanto a los beneficios como a las dificultades que puede conllevar su implementación. El libro, de fácil lectura y a la vez riguroso, ofrece pautas y consejos bien fundamentados tanto en los estudios realizados hasta el momento como en la experiencia práctica. Así pues, se considera una obra muy útil para todos aquellos docentes, estudiantes y profesionales interesados en empezar a usar el portafolio digital.

 

Silvia Pueyo

Tutora de Portafolio y TFM del Máster de Formación de Profesores de ELE de UNIBA

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