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A propósito del cambio de hora y la sotenibilidad

 
Reloj de Sol

El cambio de hora es una de las discusiones más perennes que tiene nuestra sociedad. Pero no os hagáis ilusiones: no es una discusión de nuestros tiempos:  el cambio de hora existe desde hace más tiempo de lo que nosotros lo entendemos y lo criticamos.

Introducción.

Es importante decir que el cambio de horario más que una estrategia para disminuir los consumos energéticos nace por una necesidad de utilizar mejor las horas del día y de la noche: no sabemos de dónde viene la práctica pero hemos de aclarar que los romanos ya hacían un cambio de horario donde las horas del día se alargaban o se acortaban de acuerdo si se trataba de una temporada de invierno o de verano siempre buscando tener el mimos número de horas del día o de noche, así, las horas de noche en verano podrían acortarse hasta cerca de 45 minutos o alargarse en invierno hasta cerca de 75 minutos. Las horas cambiaban de forma permanente y esto complicaba la forma de medir el tiempo, aunque por las actividades que se desarrollaban en ese momento no era tan exigente una gran precisión del tiempo como la que necesitamos actualmente.

¿Y qué tiene que ver el Sr. Benjamin Franklin en esto?

Ya moviéndonos a tiempos más cercanos fue  en el año 1784 cuando el Sr Benjamín Franklin publicó en “The Journal of Paris”  una carta enviada al editor en la que contaba la visión que tuvo en Francia de modificar el horario utilizando más las horas de sol. Según los cálculos que presentaba la carta de Franklin el cambio horario repercutía en grandes beneficios económicos relacionados con la reducción del consumo de velas para iluminar: en ese momento tenía en París una claridad antes de las 6 am, hora que en principio era muy temprana para el desarrollo de actividades normales en general;  la reflexión de Franklin era utilizar esas 6 horas de claridad que no se utilizaban en la mañana y cambiar el horario para dejar de utilizar 6 horas de iluminación artificial en la noche.

Lo increíble del artículo del Sr. Franklin es que además de hacer un cálculo detallado del ahorro energético y económico sugiere cómo debería despertarse a los Parisinos (hasta a “cañonazos” en el caso de los perezosos) también predice el malestar que el cambio horario producirá en las personas y “..the difficulty will be in the first two or three days; after which the reformation will be as natural and easy as the present irregularity..”[1]

 

Carta de Benjamin Franklin al Journal de Paris.

 

¿Y qué pasa con el cambio de hora actualmente?

Actualmente el cambio horario, visto desde la perspectiva de ahorro de energía, no es tan significativo como antes de la evolución tecnológica que ha tenido la iluminación en los últimos años debido a la utilización no solamente de la tecnología LED sino de los procesos de automatización de estos sistemas.

Un análisis de IDAE-  Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía,  admite que el ahorro de energía causa un beneficio de cerca de 300 millones al año (la metodología con que se calcula este ahorro siempre ha sido susceptible de crítica), pero ese ahorro es bajo comparado con los beneficios que los expertos en economía predicen que sería no hacer un cambio. Los anteriores beneficios se relacionan, sobretodo,  con el sector turístico y aspectos  comerciales.

Lo anterior (el cambio horario) junto con la eterna discusión del huso horario son actividades pendientes tanto en la Unión Europea como en el mismo España. Cabe recordar que la discusión del huso horario está relacionada con el Meridiano en el que se encuentra España (Longitud) y que define a su vez la hora en la que España se encuentra en Europa; pues si bien estamos en la misma Longitud que Gran Bretaña o Portugal, nuestro país se encuentra una hora por delante teniendo el mismo huso horario que países que están más al oriente como Polonia o Alemania.

¿Y qué pasará?

Europa ha votado acerca del cambio de hora. Aunque se trate de una participación pequeña (solo 4,6 millones de habitantes de Europa) el 80% se mostró de acuerdo con suprimir el cambio de hora. Esto significaría continuar con el horario de verano todo el año. En algunos puntos de Europa (por ejemplo, en España) sería tener horas sin luz hasta muy entrada la mañana, aspecto que preocupa a los que inician su tarea muy en la mañana, pero aprovechar las horas de la tarde lo que anima a la actividad turística y comercial.

 

 

Ahora el debate continuará, y la Unión Europea tendrá que seguir trabajando por lo que los Europeos quieren, sin embargo ese debate parece que ya no es energético, sino que se convierte en un debate plenamente comercial.

 

 

RODRIGO RAMÍREZ-PISCO. PHD.

Coordinador del Máster en Energías Renovables y Sostenibilidad Energética. UNIBA.

Coordinador de la RED RITMUS. Red Iberoamericana para el Transporte y Movilidad Urbana Sostenible.

 

[1] The Ingenious Dr. Franklin. Selected Scientific Letters. Edited by Nathan G. Goodman. University of Pennsylvania Press. 1931. Pages 17-22

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