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ZARA 2027

 

Hace unos días, leía en el sofá de casa junto a mi pareja, mientras ella hacía lo propio en su tablet de última generación. Durante un segundo, desvié la vista hacia su iPad; una imagen familiar se me había clavado en la retina (los diseñadores, sabréis a lo que me refiero). Me había parecido ver el logotipo de ZARA distorsionado. Regresé a mis páginas, creyendo que aquello era fruto del cansancio.

Sin poder quitarme esa imagen de la cabeza, volví para corroborar mis sospechas; ZARA había cambiado (o mejor dicho rediseñado) su identidad visual, por tercera vez en su historia.

 

 

 

Si hablamos de representación de marca, una de las características que distinguían las anteriores identidades visuales, era esa buscada neutralidad, sencillez y claridad que se trasladaba al resto de elementos de comunicación. Una tipografía clara, con personalidad, en caja alta, monocromática. Y punto.

Un fiel reflejo de la filosofía austera del propietario y todo lo que transmite como empresa.

Está claro que, con esta nueva identidad, se produce un giro en cuanto a lo que la marca pretende denotar. No hay más que darse un paseo por la web para ver la nueva propuesta cromática; antes impensable.

 

 

Como podéis imaginar, esta estrategia, es producto de un posicionamiento intencionado. En un momento en que el resto de marcas tienden al mimetismo, ZARA, se puede permitir el lujo de ir a contracorriente (o marcar el paso) en este sentido.

La estrategia, es indiscutible, o cuando menos, coherente respecto a los cambios de enfoque que plantea la empresa.

No puedo decir lo mismo sobre su resolución gráfica (o más bien tipográfica).

Según la definición de tiposformales.com:

kerning:

Se denomina así al ajuste especial del espaciado solo entre pares de letras. Corrige problemas puntuales que no pueden ser solucionados por medio del interletrado convencional o tracking.

Pues bien, ¡alguien se ha dado un atracón! Y no es que yo sea contrario a un uso tipográfico como el que aquí se plantea, pero desde el punto de vista académico, hay aspectos que no podemos dejar de tener en cuenta; como son la legibilidad y la usabilidad.

 

 

Al margen de estas cuestiones, hay alguna otra que me resulta ciertamente preocupante, como es el equilibrio. Al mirar el logotipo, rápidamente se me desplaza la vista al espacio negativo entre la “Z” y la primera “A”; dónde se percibe una interrelación no resuelta.

La pregunta que me planteo es; ¿se puede conseguir el mismo efecto, con un trabajo más desarrollado dónde se incluyan aspectos como la capacidad de lectura, de reducción, etc.?

 

P.D: Os dejo un pequeño chiste visual al respecto, ciertamente gracioso.

 

 

Jesús Fariñas

Profesor del Grado en diseño de UNIBA-UB

Profesor asociado de la Universidad de Barcelona

 

 

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