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La restauración fluvial: una tendencia en auge

 

¡Los espacios fluviales están de enhorabuena!

En la actualidad, la sociedad mira hacia los ríos que cruzan ciudades y pueblos con deseos de transformarlos en lugares ambientalmente agradables, saludables y llenos de vida acuática. Es decir, con deseos de recuperarlos como eran antes de la degradación a la que fueron sometidos durante los desarrollos urbanos e industriales de la segunda mitad del siglo XX, especialmente en las ciudades europeas.

A este proceso de recuperación de los espacios fluviales para devolverlos su esplendor ambiental para que sean mucho más que canalizaciones artificiales, se le denomina restauración fluvial y es un proceso que está en auge en los países postindustriales.

 

Origen de la restauración fluvial

El origen de este proceso o tendencia aparece en los países anglosajones, es decir, Estados Unidos, Reino Unido y también Canadá simultáneamente al origen de los movimientos ecologistas, que abogan por la recuperación de espacios degradados.

Es importante entender que no se llega al concepto de restauración fluvial sin haber pasado antes por procesos previos. Un primer e importante paso, sin que aún se denominara restauración, lo tuvieron las depuradoras de aguas residuales, que empezaron a mejorar sustancialmente la calidad del agua de los ríos de los países industrializados. Solo con este paso, ciertas especies que se daban por desaparecidas volvieron a verse en los ríos depurados.

A partir de este primer paso, la investigación durante los años 80 y 90 desarrolló el concepto de recuperación fluvial, aunque de manera estática, es decir, revegetando los bosques y actuando en tramos fluviales específicos. Y no fue hasta la década de los 2000, justamente a raíz de la aparición de la Directivo Marco del Agua, cuando se introdujo el concepto de restauración dinámica, es decir, teniendo en cuenta los procesos fluviales en que interactúa el agua, el sedimento y el entorno vegetal (Dufor y Piégay, 2009).

Actualmente, la restauración fluvial ya forma parte de grados universitarios donde se imparten conocimientos específicos ya que no todo lo que se envuelve en verde es restauración fluvial (CIREF, 2010).

 

¿Qué es y qué no es la restauración fluvial?

Según Alfredo Ollero, profesor de la universidad de Zaragoza y presidente del centro ibérico de restauración fluvial (CIREF), limpiar de vegetación un río o un canal o simplemente plantar vegetación para “esconder” a la vista las infraestructuras de cemento, no supone una verdadera restauración sino prácticas de maquillaje (CIREF, 2010). Por ejemplo, ¿sería la imagen 1 una restauración fluvial propiamente dicha o una actuación de “maquillaje”?

Para responder a esa pregunta se necesitan conocimientos sobre la historia de ese tramo fluvial, los procesos fluviales dominantes y las condiciones ambientales previas a la intervención. En este caso sí que puede decirse que es una restauración, porque se depuró el agua, se saneó el lecho del río, se retiraron torres eléctricas que estaban instaladas en el lecho y se saneó la zona inundable.

Por lo tanto, es imprescindible entender que, para restaurar un río, hay que tener conocimientos de dinámica fluvial, de procesos de erosión y transporte de sedimentos y del papel y características de la vegetación de ribera que son los elementos que interactúan en el llamado sistema fluvial y que se explica y en los libros y en las asignaturas de geografía física, geomorfología fluvial, ingeniería fluvial u otras disciplinas. Por lo tanto, la restauración fluvial no es exclusiva de ninguna disciplina en concreto, pero precisa de distintos puntos de vista.

Imagen 1: Parque Fluvial del Besòs (Barcelona). (Fuente: La Vanguardia 9/2/2018)

 

Tendencias actuales de la restauración fluvial

Sin embargo, aunque deban tenerse en cuenta la interconexión de procesos fluviales, sedimentarios y ambientales, algunos autores manifiestan que es imposible “restaurar” el sistema fluvial como era antes de las fuertes intervenciones humanas, puesto que el hombre, como ser natural que es, ha modificado el territorio y el paisaje de acuerdo a sus necesidades y problemáticas en cada momento (Dufor y Piégay, 2009), Y también CIREF (2010) manifiesta que la restauración fluvial debe enfocarse en objetivos de futuro, más que recuperar situaciones pasadas y que la restauración debe basarse en una combinación entre “lo que se pretende recuperar en el sistema fluvial y de lo que funcionalmente es posible de acuerdo con su trayectoria y estado.”

La restauración fluvial es, entonces, el objetivo máximo para la recuperación ambiental y funcional de los sistemas fluviales, para establecer un equilibrio entre la flora y fauna, la dinámica fluvial, que incluye las inundaciones y sequías, y el goce y placer de las personas. Para ello, debemos entender cómo funcionan estos sistemas fluviales y ser conscientes que las sequías e inundaciones forman parte de la dinámica fluvial y que el debate y la evolución del concepto de restauración sigue abierto y con perspectivas de futuro.

 

Joaquím Farguell

Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental

 

Referencias Bibliográficas

Centro Ibérico de Restauración de Espacios Fluvials (CIREF) (2010): ¿Qué es restauración fluvial? Notas Técnicas del CIREF, nº4. (PDF)

Dufor, S. & Piégay, H. (2009): From the myth of a lost paradise to targeted river restoration: forget natural references and focus on human benefits. River Research and Applications, Vol. 25, issue 5, 568-581.  https://doi.org/10.1002/rra.1239

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