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MCER

 
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Hace unas semanas, el grupo de investigación ReALL publicaba un post en su blog en el que nos comunicaba a todos que la nueva versión del Marco Común Europeo de Referencia (MCER) ya era una realidad, aunque, de momento, en su versión beta. Esta es una muy buena noticia para todos los que nos dedicamos a la enseñanza de lenguas extranjeras, puesto que el MCER es uno de los documentos clave a partir del cual organizamos programas de curso, materiales, evaluaciones, etc. Tras 16 años, el MCER necesitaba una actualización para reformular algunas cuestiones que no acababan de construirse de la mejor manera posible o para incorporar algunos aspectos que, a día de hoy, se deben tener en consideración.

La versión provisional del nuevo MCER ha sido una labor de varios años en la que han colaborado una gran cantidad de profesionales. Este nuevo documento presenta varias diferencias entre el MCER publicado en el año 2001. Las más destacables se resumen en los siguientes puntos:

- Se lleva a cabo una actualización de las escalas ilustrativas de los niveles A1, C1 y C2, niveles que, según los autores, necesitaban más precisión.

- Se da una mayor precisión a las escalas ilustrativas de los niveles ‘plus’ (A1+, A2+, etc.). En la versión del 2001, algunos de estos niveles no se trataban en su totalidad, por lo que no se acababa de entender a qué se referían en algunos aspectos y, en consecuencia, no se acababan de tener en cuenta.

- Se aportan nuevos descriptores para la mediación. Esta actividad de la lengua se había incorporado en la versión del 2001, pero de una manera diáfana. En la nueva versión, se le da más énfasis.

- Se presta más atención a la competencia plurilingüe y pluricultural. Este aspecto, que Neus Figueras (2008) ya consideraba poco tratado, se trata con más precisión y más detalle.

- Se incluyen descriptores centrados en la interacción online. Los nuevos modos de comunicación a través de la red son una realidad que no se podía dejar de lado.

- Se incluyen escalas ilustrativas en relación con la literatura, un ámbito que no se había tenido muy en cuenta en la versión del 2001.

- Se realizan aportaciones en relación a la lengua de signos, una lengua comúnmente ignorada, pero que es una realidad en las sociedades contemporáneas.

- Se da más énfasis a aspectos propios de las interacciones que se establecen en la comunicación ordinaria. Se observa una mayor presencia de aspectos propios de la interacción, tales como la toma y establecimiento de turnos de habla, la realización de reparaciones como herramienta para solventar problemas en interacción, etc.

El nuevo MCER ya casi es una realidad. Está por ver si las nuevas especificaciones que se proponen implicarán cambios en la elaboración de materiales, la realización de pruebas de evaluación o la reformulación de programas de curso, ámbitos en los que el MCER tiene una incidencia especial. No obstante, cuanto menos, la nueva versión del Marco seguro que dará que hablar y posibilitará nuevas reflexiones en torno a este documento capital en nuestro ámbito profesional.

Jaume Batlle Rodríguez

Phd en Didáctica de la Lengua y la Literatura (UB) y profesor del la Maestría en Formación de Profesores de Español como Lengua Extranjera de UNIBA.

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