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Análisis de riesgos ambientales en emplazamientos contaminados

 

¿Cómo saber si ese emplazamiento que has visto toda la vida ocupado por una actividad de las llamadas sucias y ahora está siendo reconvertido como área residencial puede suponer un riesgo para tu salud?

En los países que cuentan con normativa en materia de protección de suelos frente a la contaminación química de origen puntual causada por actividades industriales se utiliza una herramienta indiscutible: el análisis estimativo de riesgos ambientales, empleada básicamente para establecer los riesgos reales o potenciales para la salud humana que puedan derivarse del estado de los emplazamientos, teniendo en cuenta tanto los usos del suelo del momento como los usos futuros.

Dicha herramienta está integrada por: la evaluación de riesgos, la gestión, y la comunicación de éstos. Centrándonos en la primera, podemos definirla como un proceso racional mediante el cual se identifican y evalúan los riesgos potenciales y reales, midiendo la probabilidad y la severidad de los efectos sobre la salud humana y los ecosistemas.

A través de la evaluación de riesgos se genera y se aporta la información necesaria para la toma de decisiones respecto a la necesidad de descontaminar o no el emplazamiento considerado. Esas decisiones deberán tener en cuenta lógicamente la componente ambiental (calidad de las matrices ambientales), la social (afectación de la calidad de vida de la población potencialmente expuesta) y la económica (viabilidad económica/sostenibilidad de las acciones).

La normativa española, base de muchas otras en Sudamérica, exige realizar evaluaciones de riesgo cuando los suelos en estudio cumplan con alguna de las siguientes condiciones:

  • Sirvan de soporte a actividades que comportan la utilización, almacenamiento o producción de sustancias de carácter peligroso susceptibles de contaminar de forma importante el suelo. Igualmente, aquellos que soportan actividades de almacenamiento y/o de gestión de residuos peligrosos.
  • Presenten concentraciones de hidrocarburos totales del petróleo (HTPs) superiores a 50 mg/Kg.
  • Existan evidencias analíticas de que la concentración de alguna de las sustancias recogidas en el anexo V del R.D. 9/2005 excede el nivel genérico de referencia (NGR: concentración máxima aceptable de una sustancia en el suelo, calculada para un escenario genérico, según el uso actual o previsto).
  • Existan evidencias analíticas de que la concentración de cualquier contaminante químico, no recogido en los anexos V y VI del R.D. 9/2005 para ese suelo es superior al NGR estimado por la correspondiente comunidad autónoma de acuerdo con los criterios establecidos en el Anexo VII del R.D. 9/2005.

El alcance del análisis de riesgos a desarrollar en cada caso debe decidirse de acuerdo con las circunstancias específicas de cada emplazamiento y con el objetivo perseguido.

La Guía de evaluación de riesgos para salud humana en suelos potencialmente contaminados elaborada por la Junta de Andalucía es una buena referencia.

En aquellos casos en los que no se haya realizado la correspondiente valoración de riesgos, la Administración competente podrá considerar el suelo como contaminado si la concentración de la sustancia en el suelo supera en más de 100 veces el NGR del suelo.

 

¿Puedes creerte los resultados?

Aunque con el tiempo ha ido incrementándose la capacidad técnica para realizar las evaluaciones de riesgo, a base de aumentar la calidad y cantidad de los datos necesarios o de facilitar los cálculos, no existe un procedimiento harmonizado, por ejemplo, para establecer los procedimientos de acreditación de los especialistas en la materia, los de habilitación, ni tan siquiera un marco para la mejora continuada, donde se permita la inclusión del criterio de los expertos.

Risk Base Contamination Assessment (RBCA) Tool Kit, una serie de libros vinculados diseñado para para calcular los niveles de riesgo y los niveles de limpieza para la remediación de suelos y aguas subterráneas, basados en la información proporcionada por el usuario, es el modelo más utilizado en nuestro ámbito geográfico. 

Flujograma del modelo RBCA. 

 

 

Dra. Amparo Cortés Lucas  

Profesora del Máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental

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