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Las inundaciones en el sudeste de la península Ibérica: la importancia de conocer la dinámica natural y planificar el territorio

 

 

Vista aérea de la población de Dolores (Alicante) tras las inundaciones del pasado 13-14 de septiembre. Fuente: EFE/EPV.

 

Las inundaciones ocurridas este mes de septiembre en el sudeste de la Península Ibérica vuelven a provocar víctimas mortales, daños en casas e infraestructuras y a causar importantes pérdidas económicas. En la última semana se ha hablado mucho de este evento catastrófico en los medios de comunicación y las redes sociales. Las reacciones de la población local son diversas: unos dicen que es la calamidad más grande que han visto en su vida, otros que nada podría haber evitado las muertes y destrucción ocurrida... Lo cierto es que, desgraciadamente, las inundaciones de este tipo son un fenómeno recurrente en esta región.

Las inundaciones de mayor magnitud que ocurren en el sudeste de la Península están normalmente asociadas con episodios de precipitación muy intensa, concentrada en pocas horas o días. Esto conlleva una saturación muy rápida de los cursos fluviales y el desbordamiento hacia las llanuras de inundación (flash-floods). Este tipo de eventos de inundaciones repentinas son relativamente comunes en zonas desérticas o semidesérticas, donde los principales cursos fluviales se encuentran sin escorrentía durante gran parte del año.

En el caso de las inundaciones ocurridas entre los días 10 y 15 de septiembre se destaca la elevada precipitación registrada en la zona litoral y pre-litoral de las provincias de Almería, Murcia, Alicante y Valencia, llegando a alcanzar valores de precipitación acumulada superiores a los 400 litros por metro cuadrado (estaciones meteorológicas de Beniarrés y Orihuela en Alicante), que es prácticamente equivalente a la precipitación anual de esta región.

Las características sinópticas que han proporcionado la elevada concentración de precipitación de este ultimo evento de inundaciones se encuentran asociadas a un fenómeno meteorológico denominado como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que comúnmente se conoce como Gota Fría. Es importante remarcar que no todos los episodios de Gota Fría dan lugar a inundaciones y que este tipo de patrón sinóptico no es el único responsable de la ocurrencia de precipitaciones elevadas. Hay un conjunto de factores adicionales que entran en juego, como la intensidad del chorro de aire o la trayectoria de la borrasca, que al pasar por el Mar Mediterráneo (más cálido a finales de verano y a principios de otoño), incrementa la energía y humedad disponible.

Teniendo en cuenta los datos de precipitación, nadie puede negar que se tratan de condiciones meteorológicas excepcionales que han dado lugar a un evento de inundación extremo. Sin embargo, dado que las inundaciones en el sureste de la península son un evento recurrente, es difícil entender que año tras año se sigue manteniendo el mismo planteamiento de planificación territorial (o mejor dicho, la inexistencia planificación) y se sigue sin una estrategia clara de mitigación del riesgo de inundaciones.

Lo cierto es que, desgraciadamente para las víctimas y afectados por las inundaciones en el sureste peninsular, la ocupación urbana a lo largo de las últimas décadas se ha realizado prácticamente sin ley ni orden. Durante los últimos 50 años la “revolución del ladrillo” ha incrementado la vulnerabilidad de la población e infraestructuras frente a los eventos de inundaciones. Se ha pasado de una ocupación territorial marcada por pequeños núcleos poblacionales dispersos a una ocupación continua del litoral, fruto de la demanda turística de sol y playa. Muchas de las nuevas construcciones se han realizado en la llanura de inundación de los cauces principales, lo que demuestra una falta de planificación muy grave. Se puede incluso decir que ha habido una negligencia de los ayuntamientos y otras entidades, ya que al dejar que se construya en áreas potencialmente inundables se está dejando literalmente esa población a su suerte.

Otro factor añadido es el aumento poblacional esta región costera, sobretodo a consecuencia del turismo. Esto ha conllevado un aumento de la vulnerabilidad, ya que el número de población expuesta a estos eventos es mucho mayor que hace 50 años.

Aparte del aumento poblacional y de la construcción, esta región también ha estado marcada por una transformación en la actividad agrícola, que ha comportado cambios importantes en los usos del suelo. Se ha pasado de una agricultura de secano tradicional a una agricultura de monocultivo intensiva de regadío (principalmente de cítricos y verduras). Este hecho ha comportado también un incremento de los daños y de las perdidas económicas a causa de estos eventos.

Los cambios en los usos del suelo (principalmente la urbanización y agricultura intensiva) han causado además una alteración significativa de la dinámica de escorrentía superficial, no solo a causa de la variación en la infiltración del agua en el suelo y la impermeabilización en las áreas urbanas, sino también debido a cambios radicales del relieve, por ejemplo en las extensas áreas de monocultivo agrícola que han arrasado y aplanado las superficies geomorfológicas originales.

Nadie puede negar que los cambios ocurridos debido a la construcción y explotación agrícola intensiva han dado lugar a un periodo de prosperidad y crecimiento sin precedentes en esta región, pero también han abierto una caja de pandora en relación a las inundaciones y otros riesgos naturales.

En la actualidad, la vulnerabilidad hacia las inundaciones ha aumentando tanto que incluso inundaciones con magnitud moderada producen catástrofes con victimas mortales y importantes perdidas económicas. Desgraciadamente, este problema tiende a agravarse, no solo por el cambio climático y el aumento de la población, sino también por la inexistencia de una solución efectiva hacia las áreas con mayor riesgo de inundaciones. Es cierto que se hizo mucho en las ultimas décadas en términos de medidas de mitigación estructural (por ejemplo, la construcción de diques de contención y de embalses), pero no deja de ser un parche que encubre el problema principal.

 

Rotura del dique del río Segura en Almoradí (Alicante). Fuente: Manuel Lorenzo; EFE /El País.

 

Cuando uno se fija en el área afectada por las últimas inundaciones de septiembre no cabe duda que, a fin de cuentas, esas casas o esos campos agrícolas no deberían estar en esa llanura de inundación. En realidad, el problema de las inundaciones en el sudeste peninsular tiene más que ver con una inadecuación de los usos del suelo que con la torrencialidad de sus ríos o el cambio climático, por ejemplo. Es necesario entender el territorio cómo un espacio dinámico, teniendo en cuenta los sistemas naturales. Tengamos presente que un río no es sólo un canal por donde fluye el agua. Es mucho más que eso: es también una llanura de inundación, un levee y un delta, entre otras cosas. Tenemos la obligación de saber donde construimos y que usos son los más adecuados. En definitiva, necesitamos llegar a una ocupación racional del territorio.

Vista de la crecida del río Clariano en Ontinyent (Valencia). Fuente: Natxo Francés; EFE/El País.

 

Filipe Carvalho

Profesor en el Máster Universitario de Planificación Territorial y Gestión Ambiental

 

Referencias

Benito, G.; Machado, M.; Rodriguez-Lloveras, X.(2012). Cómo un evento "moderado" puede causar un impacto extremo. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra 20 - 301.

Martín León, F. (2018) Las gotas frías/DANAS Ideas y conceptos básicos. AEMET. Consultado en: 17 de septiembre de 2019. Disponible en: https://aemetblog.es/2018/10/17/las-gotas-frias-danas-ideas-y-conceptos-basicos/

Sánchez-García, C.; Schulte, L.; Carvalho, F.; Peña, J. (2019). A 500-year flood history of the arid environments of southeastern Spain. The case of the Almanzora River. Global and Planetary Change. DOI: 10.1016/j.gloplacha.2019.102987.

Torres Benayas, V. (2019). La dana que batió (al menos) dos récords de lluvia. El País. Consultado en: 17 de septiembre de 2019. Disponible en: https://elpais.com/politica/2019/09/14/actualidad/1568448046_423787.html

 

 

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